miércoles, 8 de enero de 2014

LAS BRUJAS DE ZUGARRAMURDI

Tras la más que correcta “La chispa de la vida” (2011), uno de  nuestros mejores directores patrios vuelve a la carga con una nueva propuesta fílmica. Su undécima película tras la cámara nos devuelve al Alex de la Iglesia más burro y salvaje, aquel al que nos tenía acostumbrados en sus inicios (sirva de ejemplo “Acción Mutante” o “El día de la bestia”).

En esta ocasión, tras un trabajo de encargo, vuelve a formar pareja en labores de guionista junto a su inseparable Jorge Guerricaecheverría. El resultado es un guión donde lo grotesco, el humor negro y lo terrorífico se dan la mano, todo ello sazonado con grandes  dosis de mala uva (detalle marca de la casa) y unas gotas de Grand Guignol.

Dos ladrones de poca monta dan el que creen el golpe de su vida, pero las cosas no salen como ellos habían planeado y huyendo de la policía terminan llegando a un lejano y recóndito pueblo donde se verán envueltos en sorprendentes sucesos paranormales.

Al frente del reparto encontramos a Hugo Silva y Mario Casas, dos de los actores españoles más deseados dentro del panorama cinematográfico español. Detalle que seguramente frenara a más de uno (entre los que me encuentro) a la hora de ver la película, gracias a dios el poder de llamamiento del gran Alex supera cualquier cosa. Una vez comenzada la cinta logran hacernos olvidar esos iníciales prejuicios, gracias a la simpatía que destilan sus personajes que se complementan a la perfección. Destacando el personaje encarnado por Mario Casas, un musculitos zumbado y con mentalidad inferior a la de un niño de 3 años.

Comandando este escuadrón de brujas encontramos a unas excelentes Carmen Maura y Terele Pávez, secundadas por una correcta Carolina Bang (tras su horrible interpretación en la delirante “Balada triste de trompeta”) y una fugaz María Barranco. No  podemos olvidarnos de el gran Javier Botet al que por fin podemos ponerle cara tras numerosos trabajos terroríficos (“Rec”, “Mama”, etc.) sepultado bajo kilos de maquillaje y prótesis de látex.

La escena del robo y la posterior persecución es una de las escenas más espectaculares del cine español de los últimos diez años. Demostrando el pulso y la energía que posee Alex de la Iglesia para rodar vertiginosas escenas de acción.

Como telón de fondo durante todo el metraje encontramos la guerra de sexos, mientras que para todos los protagonistas masculinos las mujeres son unas brujas que han arruinado sus vidas por el lado femenino los hombres somos unos inútiles que no servimos para nada.


Los efectos digitales dan la talla durante sus 112 minutos, donde son capaces de mostrarnos brujas escalando por las paredes, caminando por el techo, volando en sus escobas u otros detalles que no conviene revelar. Para estar realizados en nuestro país no desentonan en ningún momento.


Esta entretenidísima película nos devuelve al mejor Alex de la Iglesia, tras algunos trabajos mediocres o fallidos (“Balada triste de trompeta”, “Los crímenes de Oxford”, “800 balas”, etc.). Aunque no es de las mejores de su filmografía, si supera a la mayoría de sus últimos trabajos.



1 comentario:

  1. Pues a mi la pelicula me parece entretenidisima y para reirse un buen ratillo,puede que no sea una de sus mejores peliculas, pero el papel de Carmen Maura para mi aunque la pelicula no fuera buena ya la habria salvado.

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