sábado, 6 de octubre de 2018

UNA HORA MÁS EN CANARIAS



DE QUE VA: Claudia una joven y guapa empresaria (Angie Cepeda) tiene una cafetería de éxito en Madrid junto a su socio Pablo (Quim Gutierrez). Los dos han sido amantes, pero Pablo ya cansado del carácter posesivo de Claudia decide dejarla y comienza a salir con Irene (Miren Ibarguren). Algo que Claudia no soporta, por lo que urdirá un retorcido plan junto a su hermana Monica (Juana Acosta) para recuperarlo.

A pesar de empezar de forma prometedora, nos coje descolocados (al menos a mi), con ese inicio de musical improvisado en la calle, todo se va torciendo según avanza la película. Empecemos  por esos diálogos demasiado acartonados, que en ningún momento resultan naturales y que seguro que en papel les parecería a su guionista/director de los mejores del mundo. Las escenas de baile, resultan simpáticas y naturales (de lo mejorcito de la cinta) aportando algo de frescura y colorido. Quim Gutierrez sigue actuando en "stand by", sigue repitiendo una y otra vez el mismo papel (extraterrestre despistado). Es una pena los pocos minutos que esta Miren Ibarguren en pantalla, sus escenas de novia loca y flipada son los únicos momentos realmente divertidos de la cinta. Supuestamente su director (David Serrano) ha querido copiar el estilo de comedia de enredos yanki (la screwball comedy) pero se ha quedado por el camino, ofreciendo una peli algo sosa y sin alma. A pesar de estar rodada en nuestra isla, en ningún momento se saca provecho a unos maravillosos escenarios naturales (igual te dicen que esta rodada en Chipudes y no pasa nada), maravillosa labor del director de fotografía.


Resumiendo: comedia de enredos sin gracia ninguna y muy aburrida, es lo que pasa cuando su director/guionista se cree que es la rehostia de gracioso.














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