Tras el thriller político
“Los idus de marzo” (2011), George Clooney vuelve a ponerse tras la cámara para
adaptar a la pantalla grande la novela “The Monuments Men: Allied heroes, nazi
thieves and the treatest treasure hunt in History” de Robert M. Edsel y
Bret Witter. Libro a su vez basado en una verídica historia real.
Siete amigos (directores de
museos, historiadores, conservadores, arquitectos, etc...) se embarcaron en la
mayor búsqueda de tesoros artísticos de la historia. Bajo el nombre de los
“Monuments Men” fueron enviados a primera fila de la Segunda Guerra Mundial
para rescatar de las manos de los nazis las mayores obras de arte de la
historia de la humanidad.
Los encargados de condensar
las 473 páginas de su versión en papel en una película de menos de dos horas
han sido el propio Clooney y su inseparable amigo / socio Grant Heslov (“Los hombres que miraban fijamente a las
cabras”). Labores que ya vienen desempeñando de manera habitual en todas y cada
unas de las pelis dirigidas por George Clooney.
El
resultado es un guión carente de emoción y de espíritu de la aventura, algo que
no debería faltarle a cualquier película que utilice como tema de fondo la
búsqueda de tesoros o reliquias históricas.
Las
pequeñas misiones encargadas a cada uno de los integrantes del grupo (enviados a
distintos puntos del viejo continente) fragmentan en demasía la narración de la
cinta, volviendo sus 118 minutos en una experiencia aburrida y tediosa (os
prometo que daréis más de una cabezada).
Es de agradecer que sus dos
guionistas en medio de un marco tan dramático y serio (la Segunda Guerra
Mundial y el nazismo) sepan sacarnos una sonrisa en más de una ocasión. Ya sea
con escenas divertidas (la de la mina) o con diálogos muy ingeniosos.
Encabezando a estos “Ocean´s
Eleven” de la década de los cuarenta encontramos al mismísimo Clooney,
derrochando como siempre simpatía, naturalidad y carisma a raudales. El resto
del grupo lo forman: Matt Damon (“Elysium”), Bill Murray (“Bienvenidos a
Zombieland”), John Goodman (“A propósito de Llewyn Davis”), Jean Dujardin (“The
Artist”), Hugh Bonneville (serie “Downton Abbey") y el director / actor
Bob Balaban (“La joven del agua”). La única presencia femenina dentro del
reparto es la de la guapísima Cate Blanchett (“Blue Jasmine”).
A pesar de no ser una
superproducción millonaria, la recreación histórica es bastante correcta.
Aunque a veces da la sensación de haber sido rodada con las sobras de “Salvar
al soldado Ryan”.
Una autentica película somnífero,
ideal para esas noches en las que os sea imposible conciliar el sueño.
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